Una abuela de 73 años que logró dejar la prostitución tras más de dos décadas de ejercerla en una esquina de la capital portuguesa declaró a la prensa lisboeta que volvió a vender su cuerpo para no sentirse sola.
Entrevistada por el periódico, que publica una foto en la que se la ve de espaldas, asegura que llegó a abandonar la prostitución tras ejercerla durante 22 años en los muelles de Cais do Sodre, en la desembocadura del Tajo.
Pero después de seis meses «estaba siempre sola, no tenía a nadie y echaba de menos la esquina -declaró- donde había pasado tanto tiempo y conocía a mucha gente».
O yo soy muy estrecho de miras o este mundo está bastante más jodido de lo que pensaba.
Via: La Voz de Galicia
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1 comentario:
A esta noticia le falta poner el numero de teléfono de la cachonda.
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