Condenado a pagar 1.140 € por apalear a un perro con una azada

Los hechos sucedieron en la tarde del 16 de marzo de 2005 en Arenas de Iguña, cuando el acusado, José D.A., circulaba en su coche por un camino rural, seguido por su propio perro. Cuando su mascota se enzarzó en una pelea con un perro lobero de mayor tamaño, el procesado se bajó del coche, cogió una azada y propinó varios golpes al otro animal, que salió huyendo.

-- ¿Quien va en coche con una azada?

Pero José D.A. no se dio por satisfecho. Persiguió al perro lobero sin parar de golpearle y lo sacó del lugar donde se había refugiado (debajo de un coche) para continuar con la paliza. Mientras tanto, los ciudadanos que presenciaban la escena le recriminaban su actitud.

Uno de los golpes con la azada provocó al perro un corte de 12 centímetros en un costado, que le afectó a un pulmón. A pesar de que sus dueños lo llevaron rápidamente a un veterinario de urgencia, el animal ya estaba moribundo y fue necesario sacrificarlo.

La juez Almudena Congil reconoce que José D.A. incurrió en un caso de "maltrato reiterado, injustificado y cruel" al perro, al golpearle "con un objeto cortante de gran contundencia, como es una azada", incluso cuando el animal ya huía tras los primeros palos.

Sin embargo, entiende que no hubo ensañamiento en su conducta y que, por ese motivo, no se le puede condenar por un delito de malos tratos a los animales, sino sólo por una falta. Porque, a su juicio, "no ha quedado suficientemente acreditado que el acusado actuara con el ánimo deliberado de aumentar de forma innecesaria el dolor y el sufrimiento del animal".

-- No, sólo quería convencerle para que le segara la finca, no te jode.

La sentencia condena así a José D.A. a pagar una multa de 360 euros y a indemnizar a los propietarios del perro con 780 euros (600 por el daño moral y 180 por el valor material del animal).

-- 180 euros por un perro, el cerdo que pillamos este año me costó bastante bastante bastante más caro.

Via: ADN