Bajo la promesa de darnos alta definición en nuestras películas y poder tener un verdadero cine en casa, se esconde un caramelo envenenado. Y es que, al parecer, debemos de tener continuamente conectado a Internet nuestro reproductor Blu-Ray, para que, esta empresa, pueda saber en todo momento si lo que vemos es o no un contenido “legal” para ella y si no lo es, desconectar nuestro aparato.
Pasando de largo a las personas que, las hay, no tengan Internet donde quieran ver sus películas, Los cortes en la conexión de Internet o cualquier otro elemento al azar, como una película en mal estado o un corte de luz en ese momento, pueden hacer que cada X tiempo llamemos (o enviemos un correo) a nuestro gran hermano particular para que nos lo desbloqueen.
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